Viuda que fue

Las estadísticas no engañan … Me refiero, por supuesto, a las estadísticas serias … Las estadísticas que se refieren a la muerte y a otras tragedias paralelas … Los divorcios … Los accidentes domésticos … La subida de los precios … Los hijos ilegítimos … Los abortos … La pobreza … Las estadísticas que sí engañan son las que nos hacen tragar los políticos … Las que te cuentan en los telediarios para falsear las miserias reales …. Para tergiversar la intención de voto … O para desfigurar lo que toque mangonear en ese momento … A esta sabiduría me ha conducido mi larga vida … Me queda poco para pasar de década … De octogenaria a nonagenaria … Decía que las estadísticas no suelen engañar … Y parece obvio que las mujeres viven más tiempo que los hombres … ¿Será una cuestión puramente biológica? … Algo que caracteriza a la especia en general … ¿O más bien se trata del estilo de vida? … Los hombres de mi generación parecían más inclinados a los vicios … El tabaco … La bebida … Las putas … Inclinaciones todas ellas asociadas a riesgos para la salud … Inclinaciones de las que no se libraban ni los curas … El caso que como para confirmar las estadísticas yo ya llevo más de 20 años viuda … Bien es verdad que mi marido era mayor … Me sacaba casi 10 años … Lo normal en los matrimonios de nuestra época … Se murió con 72 años el bueno de Mariano … Después de una corta pero penosa enfermedad … Era un hombre normal … Ni alto ni bajo … Ni guapo ni feo … Ni inteligente ni tonto de baba … Hizo lo que se supone que tenía que hacer un hombre de su generación … Trabajó para alimentar a su familia … Empleo fijo en una cadena de alimentación durante la jornada regular … Algo relacionado con la logística … y el pluriempleo por las tardes … Aunque no puedo en buena conciencia reprocharle nada al hombre confieso que siempre tuve la sensación de que todo lo hacía mal … Me molestaba su presencia, pero también su ausencia … Me molestaba cuando estaba trabajando por las tardes … Pero también cuando no tenía nada que hacer … Me molestaba cuando estaba enfermo … Pero también cuando estaba sano … Me fastidiaba cuando se chispaba un poco en las fiestas familiares … Sin llegar nunca a dar la escena del cuñado o el nuero borracho … Me irritaba cuando se iba al bar con los amigos a jugar al dominó … Pero también me sacaba de quicio cuando se sentaba enfrente del televisor con una cerveza a ver un partido de fútbol … Llegó desesperarme cuando enfermó de gravedad … Pero nunca le perdoné tampoco que me dejara viuda … Que me dejara viuda a esa edad gris en la que una no puede casarse en segundas nupcias ni desaparecer por completo en el anonimato de la tercera edad … Salvo excepciones, la mujer española de mi edad tiene que acostumbrarse a que ponga en su certificado de defunción aquello de “viuda que fue” … Pero ¿Era necesario pasarse tantos años de viuda? … Lo que peor llevé fue lo del luto … No me alcanzó la fiebre liberadora y me tuve que pasar un año entero vestida de negro riguroso … Por unos pocos años tan sólo … Mi hermana se quedó viuda 5 años después y ya se libró del endiablado luto … Hasta en eso tuviste que fastidiarme Mariano …